miércoles, 29 de septiembre de 2010

CRONICA LOS PELIGRO DE LA CALLE

En esta época de tantos atracos por parte de personas que buscan obtener objetos valiosos para ´poder arrancárselas a sus dueños, que en muchas veces le roban más que una prenda... su propia vida causando un dolor a sus seres queridos.
Es cuando los padres sienten el temor que sus hijos salgan a la calle o simplemente vallan a la escuela y sean víctimas de unos asaltantes que podrían causales daños que en ocasiones son irreparables.
Algunos padres piensa en darles herramientas o instrumentos a su hijo para su propia defensa personal pero ¿será esta la solución al problema? O ¿simplemente estamos generando más violencia? O ¿peligros para los niños?
Que opciones tendrían los padres para que los niños no corrieran peligro si el simple hecho de permanecer en la casa corre un riesgo, pues los asaltantes se atreven a entrar en las viviendas en búsquedas de objetos de valiosos.
¿Qué soluciones tenemos para arrancar este problema desde la raíz?
Comentando con algunos padres de la ciudad se llega al termino que prefieren que sus hijo lleven a la calle algo con que defenderse, pues prefieren correr el riesgo antes que un ladrón se salga con la suya.
Mientras que otro prefieren acompañar a su hijos a todas partes para estar seguro que llegan a salvo algún lugar.
Sin contar que una pequeña población se inclinan por la opción de que los niños salgan muy poco a la calle o lo que es peor no dejarlos ni asomarse a la ventana.
Cada día la sociedad genera cambios que causan desaciertos que son difíciles de explicar o simplemente dejan a la suerte las posibles soluciones de los problemas, para que otros la encuentren.
Reuniendo todas las opiniones de los interesados del tema se pudo hallar dos talantes los que van en contra de que sus hijos se defiendan pues consideran que es mejor no estar todo el tiempo fuera de la casa y los que están a favor de que los niños hay que dejarlos que se protejan por si solo para que enfrente y sepan solucionar cuando se aparezcan.

El blazalete magico

En la ciudad busquelandia habita Kelly una particular niña de 9 años, con ojos grandes y claros con abundante pestañas y un largo cabello rubio. Es muy alegre, divertida y entusiasta siempre ve las cosas positivas de la vida, le gusta estar rodeada de personas para  contagiarlas con su espíritu investigador. Resulta que esta niña es apasionada por los misterios y los fenómenos sobrenaturales.

Siempre quiere estar investigando los problemas de la vida para encontrar las posibles soluciones o las respuestas que para otros les cuesta trabajo hallar. En estos momentos está pasando por su cabecita una inquietud que le enciende las ganas de ¡tomar el caso ¡como dice ella.
Cierto día en la escuela Kelly y Kike su mejor amigo fueron a la biblioteca a leer historias antiguas, en donde descubrieron algo que nunca habían imaginado que encontrarían.

La historia del brazalete mágico que al parecer no había mucha información sobre el pero esto hizo que para los pequeños investigadores inicialan con una aventura que nunca olvidarían.

Cerca de ellos se encontraba Rubí y Eddy, dos niños envidiosos y curiosos por saber todo los movimientos que hacían sus compañeros de clases. Siempre estaban juntos de ellos para saber que podían para robarse las ideas y reclamarlas como suyas.

Mientras tanto Kelly y Kike en medio de su búsqueda del brazalete mágico, llegaron a las afueras de la ciudad y hallaron una casa enorme y vieja…… la más vieja del lugar. Se intrigaron y al mismo tiempo se preguntaron ¿será que en esta casa se podrá encontrar algo? Tanto fue que decidieron entrar. Y en ella se sorprendieron porque no había gente pero si muchos muebles y papeles en desorden, después de mucho buscar encontraron un mapa muy curioso.
De ahí se dieron cuenta que se trataba del mapa para encontrar el brazalete mágico, y es por eso emprendieron el camino para localizarla, muy cerca de ellos les seguía los pasos Rubí y Eddy que esperaba la oportunidad para quitarle el mapa.

Pero resulta que nuestros amigos se dieron cuenta de los planes que tenían por esta razón idearon un plan para enseñarles a no ser tan envidiosos y compartir todos los buenos momento.
Al caer la noche los muchachos cayeron del cansancio y decidieron dormir para recobrar energía, entre eso Rubí y Eddy aprovecharon para robarles el mapa, así encontrar primero el brazalete mágico pero lo que ellos no sabía era la sorpresa que iban a encontrar.
Al despertar Kelly y Kike iniciaron su búsqueda siguieron el camino muy estrecho y lleno de trampas que pudieron esquivar, mientras tanto a Rubí y Eddy no les fue tan bien, pues tenían un mapa mal dibujado que les había realizado Kike y por tal motivo se toparon con arena movediza en donde cayeron sin tener la mas mínima precaución.

Más atrás pasaron Kelly y Kike y decidieron ayudaron siempre y cuando se comprometieran en no volver a interrumpir su búsqueda y de esta manera inicio una nueva amistad que uniendo fuerzas emprendieron el camino para de una vez por todas encontrar el anerado objeto.
Después de tanto internarse en el bosque encontraron un duende, el cual le preguntaron ¿usted sabe algo sobre el brazalete mágico?
Respondiendo
Claro todos los que habitan en el bosque saben de el y ustedes no necesitan buscarlos porque de otra forma ya pudieron hallarla.
Los muchachos se extrañaron de esa respuesta y otra vez le preguntaron ¿a qué se debe eso?
El duende volvió a responder
Porque el brazalete no es una cosa sino un símbolo especial que se utiliza para crear nuevos vínculos de amistad y de amor.
Los niños de inmediato comprendieron la importancia que tiene y todos los momentos que pasaron al tratar de buscar algo que a simple vista tenían y no podían ver.